Descubre los beneficios de una buena polla peluda
Donde hay pelo, hay alegría. Si no, que me lo pregunten a mí, que allá donde veo una polla peluda, allá que voy. ¿Qué es eso de dejarse el pubis depilado como el culito de un bebé? ¡Si ahora el pelo está de moda! Están de moda los barbudos, los mostachos y el pelo en la espalda. Superado ha quedado aquella fiebre metrosexual-fitness que enloqueció a las maricas de medio mundo.
Ahora se llevan los kilos de más, la barriga cervecera y, por supuesto, las pollas arregladas, pero con pelo.
Las ventajas de una polla peluda
#1. Son más lustrosas
Personalmente, prefiero una polla bien peluda. Aunque haya quien defienda que las pollas sin vello dan apariencia de más largura, en mi opinión, como en la barba, los pelos del pubis son el maquillaje de los hombres. Pelo por doquier, sí, pero sin pasarse. Al igual que nos recortamos los pelos de la barba (o mismamente el de nuestra cabeza), los moños que, sobre todo salen a los laterales de la polla también han de ser repasados.
#2. Dan más juego
No hay quien lo niegue. Esos pelillos que, después de zamparte una buena polla peluda, se te quedan entre los dientes, los llamados paluegos, dan vida a tu pareja: diversión, risa y mucha naturalidad. Al final y al cabo, el vello forma parte de los hombres.
#3. Son más naturales
Huye del artificio y de esas colas y escrotos que parecen sacadas de un cuento de Winnie de Poo. Las pollas peludas dan muchos menos problemas. Y es que, ya se sabe, rasurarse la pelvis muy frecuentemente, terminará irritando tu piel, contribuyendo a la formación de quistes. Escozores, cicatrices, mataduras… Todo son desventajas.
Únete a la moda osa y cuéntanos tus experiencias con pollas peludas. ¿Con cuáles te quedas?
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